No sólo se ve esto claramente de las dos preguntas que Pablo hizo a “los creyentes” sino aún está claro del mismo hecho que Altísimo escogió tallar este incidente. Si no fuera por Hechos 19, los otros relatos posiblemente podrían ser excusados como eventos raros y únicos.
Si acertadamente la enumeración de los dones puede variar de unos autores a otros y entre distintas confesiones, existe un amplio consenso en cuanto a su excelencia y magnanimidad.
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Debe dejar que el Espíritu Santo tome pleno control de su vida y debe esforzarse en aguantar el fruto del Espíritu.
Juan no predicaba que el Espíritu Santo era para unos pocos escogidos no más, sino para todos que se arrepintieran y recibieran su bautismo.
Podríamos traducir la frase Campeóní: “En un solo Espíritu somos todos bautizados en un solo cuerpo” como la NVI indica en una nota al pie de la página.
Ofrece reflexión y discernimiento en decisiones diarias. Los creyentes pueden recurrir a Él para obtener claridad en momentos de duda o confusión. Su consejo se manifiesta a través de la oración y la repaso de la Biblia, donde proporciona entendimiento sobre la voluntad de Altísimo.
Se necesitan los siguientes factores para ayudar a alentar nuestra comprensión sobre derramamiento del espiritu el bautismo del Espíritu. Primero, 1 Corintios 12:13 dice claramente que todos hemos sido bautizados, y que a todos se nos dio a Tomar de un mismo Espíritu (el hecho de que el Espíritu mora en el creyente). Segundo, en ninguna parte de la Escritura se exhorta a los creyentes a ser bautizados con, en o por el Espíritu, o a averiguar de alguna guisa el bautismo con el Espíritu Santo.
La viejoía de los teólogos reconoce la esencialidad de ser llenos con el Espíritu Santo y que el bautismo del Espíritu Santo es una parte del nuevo inicio. Bloesch dijo, “Insistimos que el bautismo del Espíritu Santo no deba distinguirse del nuevo nacimiento.
Nosotros somos testigos de estos acontecimientos, y incluso lo es el Espíritu Santo que Dios ha cubo a quienes le obedecen.
Temprano en el siglo veinte, muchas personas del movimiento Santidad recibieron el bautismo del Espíritu Santo con el dialogar en lenguas. Ellos clasificaron esa experiencia como una tercera obra de Chispa.
Apreciar la presencia del Espíritu Santo nos confirma nuestra ingenuidad: ¡somos hijos de Dios! Esa certeza nos lleva a tener una relación cercana y preciosa con nuestro Padre celestial. Nuestra verdadera identidad está ahí: somos hijos del Dios todopoderoso y nadie podrá cambiar eso en absoluto.
El Espíritu Santo nos quita el temor a lo que los demás digan o piensen sobre nosotros. Él nos da poder para exceder nuestros temores y nos ayuda a sufrir el amor y la Palabra de Altísimo a todos los que nos rodean.
Esta frase aparece en Hechos como el equivalente de “aguado con el Espíritu Santo” y ambas describen la experiencia inicial de aceptar el Espíritu de Jehová para morar en la vida de uno, es asegurar, el bautismo del Espíritu Santo.